CUMPLIR CUARENTA
Cumplir cuarenta puede ser una verdader a tragedia, un drama, una comedia, una sátira, un escarnio; en fin, puede tener muchos y variados matices. Algunos asumen la edad con alegría, incluso con legitimo orgullo; otros lo hacen con tristeza o, por lo menos, con nostalgia. Los hay que se sienten obligados a comenzar una nueva vida, mientras que otros intentan justificar la que han llevado hasta ahora. De esta realidad que hemos observado y que, con mayor o menor acierto, nos hemos atrevido a exponer, hemos deducido que es mejor tener que desear, que los años vividos son vida y que el futuro no es nada.