El Hombre de Anatolia
En su nueva novela, Elia Kazan sigue narrando, con el lenguaje vigoroso, la historia del joven griego de Anatolia, iniciada con su gran éxito América, América, que describía los primeros años vividos por este hombre, a caballo entre dos mundos, y que buscaba su lugar en ellos. Nos asomamos al relato en 1909. Stavros Topozoglou – José Arenas para sus amigos norteamericanos- acude al muelle para esperar el barco que trae a Estados Unidos a su familia. Este día culmina toda una vida de afanes. Durante diez años, Stavros ha luchado por traer a su familia a América. Pero falta un miembro de la familia que desembarca: el padre a muerto durante el viaje. A partir de ahora, Stavros vivirá sometido a la atracción de dos fuerzas opuestas. Por un lado, la familia: su madre y sus siete hermanos, que necesitan de su apoyo y autoridad.
Por otro lado, le siguen tentando las posibilidades del Nuevo Mundo, posibilidades apenas vislumbradas pero que Stavros se ha propuesto desarrollar. Stavros no estará preparado para conciliar unos propósitos tan dispares ni para resistir el torrente de emociones que desata en su interior el hoque de estas dos culturas.