Las espirales son símbolos de evolución, de crecer, de transformarse… Este libro es un reflejo de cómo la autora, May González Marqués, a lo largo de los años y desde que se publicó su primer libro Entre dos mundos, más allá de los trastornos mentales (Miret editorial) ha ido aprendiendo, experimentando, jugando, pero sobre todo: amando.

Atrás queda el sufrimiento que le provocó su trastorno bipolar. Ahora es una mujer consciente de su realidad, y como tal, ha querido escribir un homenaje al tiempo y, si le damos la oportunidad, a lo que puede dar de sí un año de vida. La autora propone al lector, una acción positiva. Algo que aprender para cada uno de los 365 días del año, si se quiere. Este, es el planteamiento de; Espiral, el mundo no cambia nosotros sí.

Ofrecer algo positivo para cada día. No se trata de un libro de autoayuda, sino que es una invitación para ver que todos somos protagonistas de nuestra propia realidad. Somos semillas en una inmensa tierra. Sembremos algo positivo en ella. Se puede sufrir, se puede estar triste, sentir dolor, aun así, nunca deberíamos dejar de dar las gracias a la vida por todo lo que nos ofrece cada día.

Este libro es un canto al agradecimiento constante que la autora quiere compartir. Es una puerta abierta a su corazón y a su mente. Quiere compartir el optimismo de que se pueden cambiar las cosas, y transmite el mensaje de que hay que seguir hacia delante, a pesar de las dificultades que ella considera, retos. Todos podemos ser creadores de nuestra propia vida; sólo hay que pararse, tener visión y mirar con alegría hacia el futuro.

Como diría Marcel Proust: “Si yo cambio, todo cambia”, y May: sabe que es cierto.