La conjura sixtina
Al limpiar los frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, los restauradores descubren asombrados que algunas partes están señaladas con letras que no tienen ningún sentido. Los estudios que realizan los expertos no dan resultado alguno.
El Cardenal Jellinek inicia una investigación que dará con una clave secreta que presenta a Miguel Ángel como un enemigo impenitente de la iglesia.
Jellinek descubre al fin la clave del secreto en la figura de Jeremías, ese profeta tétrico y meditabundo al que Miguel Ángel pintó en la bóveda de la Capilla Sixtina, dándole las facciones de su propio rostro. La pista le conduce hasta el libro de Jeremías, un documento olvidado que revela aspectos sobre la resurrección de Jesús que pueden hacer tambalear los cimientos del cristianismo.