UNA HIJA ES UNA HIJA
Una hija es una hija, plantea con singular atractivo un tema eterno: el descubrimiento del amor por una mujer que, a los 40 años, creía que su vida había llegado a un punto de sereno e inconmovible equilibrio. ” A partir de los cuarenta años, los centros de interés de un hombre se reducen: los de una mujer se amplían “, dice uno de los personajes de esta novela. A los cuarenta años una mujer puede intentar desesperadamente empezar a vivir para sí. Y eso hace Ann Prentice, una de las más complejas figuras femeninas en la inmensa galería de personajes que Agatha Christie creó a lo largo de su dilatada carrera de novelista.