LA TEMPLANZA
NADA HACÍA SUPONER A MAURO LARREA QUE LA FORTUNA QUE HABÍA LEVANTADO TRAS AÑÑOS DE TESÓN Y ARROJO SE LE DERRUMBARÍA CON UN ESTREPITOSO REVÉS.
NADA HACÍA SUPONER A MAURO LARREA QUE LA FORTUNA QUE HABÍA LEVANTADO TRAS AÑÑOS DE TESÓN Y ARROJO SE LE DERRUMBARÍA CON UN ESTREPITOSO REVÉS.
Catàleg